(Celebnár)
Para hacer el estandarte de Ithilien (de Gondor), se dividió el trabajo en dos apartados: “diseño”, del que se encargaron básicamente Estelion Varyar y Feadûr, plasmando en un dibujo posible la lluvia de ideas que se habían lanzado y sometido a votación y “ejecución”, llevado a cabo por Celebnár en su mayor parte con ayuda de Belladona, quienes compraron las telas y elaboraron el diseño.
Decidimos que se iba a hacer en terciopelo verde, con la luna en terciopelo elástico, al igual que el rombo negro, donde iría el Árbol Blanco bordado con cola de ratón blanca. Las ramas laterales se bordaron con cordoncillo plateado.
Una vez comprada la tela y terminado el diseño, éste se pasó a papel de patrón y se puso sobre el terciopelo. Con un sobrehilado pasamos el contorno del estandarte, incluyendo las presillas, a las que dimos doble longitud para poder cerrarlas más tarde. Esa operación se repitió con la luna y el rombo negro, dejando un pequeño margen para costura en las tres telas antes de cortar.
Una vez que se cortó, se dispuso la luna en su lugar y se pegó con puntadas cortas al terciopelo verde, reservando el rectángulo negro para bordar sobre él el árbol blanco. Para ello se hizo un dibujo del árbol en papel de patrón que se fijó al rectángulo para servir como guía sin tener que usar jaboncillo sobre la tela y evitar que quedasen rastros de él. Con cola de ratón blanca se fue siguiendo el contorno, también cosiéndola con puntadas cortas, y dividiendo algunas ramas y las raices. Las estrellas se hicieron con canutillos de bisutería y perlitas de las que se usan para hacer collares, y la corona alada con la misma técnica que el resto del árbol.
Finalizado esto se pegó el rectángulo negro, y lo más difícil ya estaba hecho.
En papel de patrón se dibujaron las ramas laterales y se centraron sobre el terciopelo. Con la misma técnica usada para bordar el árbol se fue pegando el cordoncillo plateado en dos diámetros, uno más grueso para la parte baja y otro más fino para las ramitas superiores. Esta parte se cosió a la tela con hilo plateado
Pegamos con una plancha entretela termofijable al forro posterior y lo unimos a máquina, derecho contra derecho, al terciopelo verde excepto por el lado superior, donde estaban las presillas, le dimos la vuelta como a un calcetín y lo planchamos sin vapor, para no dañar el terciopelo, por la parte de atrás.
Ya solo quedaba coser las presillas, a las que también habíamos dejado un pequeño margen de costura y unir la parte superior con un pespunte a máquina.
¡Y estandarte terminado!
Para poder enarbolarlo se elaboró una lanza en madera con un travesaño, pero eso ya es otra historia y deberá ser contada en otro momento.