por Sylvia Vidal «Fimbrethil»
Soporte: Cartón pluma.
Técnica: Photoshop.
Pero más allá, en el gran feudo de Belfalas, se erguía el castillo de Dol Amroth, yaciendo sobre el seno fresco del Mar; y el Atardecer, la hora de la caída y el descanso del Sol, fue la de más luz y las aguas del Mar se hicieron cálidas y resplandecieron como fuego.
(SA,5,I:28 y S,QS,XI:11)